Importancia de la puntualidad en el trabajo

La puntualidad es una actitud sumamente importante que toda persona debe cultivar, principalmente, los profesionales y aquellos que quieren tener éxito en sus negocios o en sus empresas. 


De acuerdo con La Real Academia Española, la disciplina se define como: "Cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida", es decir, importa tanto la hora de llegada como de salida o el momento para retirarse; además la define como: "Cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo". De esta forma podemos ver que la puntualidad va más allá de solo llegar a la hora acordada a un lugar. No basta con llegar a tiempo al trabajo, es importante salir también a tiempo, tampoco basta llegar a tiempo, es necesario cumplir con el trabajo dentro del tiempo establecido para ello.

Se tiene la mala costumbre de pensar no pasa nada si llego cinco minutos tarde, o no pasa nada si termino la reunión después de lo previsto, porque la verdad sí pasa y no da buenos resultados. Ser impuntual puede causar perder clientes y hasta grandes negocios. Implica la posibilidad de perder el empleo, de perder la confianza de los jefes, los clientes y de otras personas importantes. Ser impuntual es decirle a la otra persona “no me importa tu tiempo, no eres importante para mí”. Una persona puntual demuestra disciplina, compromiso, respeto, profesionalidad, entre otras virtudes, una persona impuntual refleja lo contrario. Ser puntual le dice a la otra persona cuánto te importa estar en ese lugar y/o con esa persona ya sea en el trabajo, en una entrevista laboral o en una junta. Cuando alguien es puntual demuestra profesionalidad y genera confianza en las otras personas como sus compañeros de trabajo, su jefe, sus clientes. Si una persona es capaz de llegar y retirarse a tiempo (sin importar las circunstancias), se puede confiar con que cumplirá con su palabra.


Ser puntual ayuda a ser más organizado, si se retrasa con una actividad toda la agenda se verá afectada. De ahí que luego se junten los compromisos o el trabajo y por lo cual viene el estrés. Si se hiciera todo a tiempo y en su debido tiempo se podrían bajar los niveles de estrés y hasta se tendría mayor tiempo libre, pero sobre todo se verían mejores resultados y una mayor productividad. Ser puntual en el trabajo implica iniciar el trabajo a tiempo. Ordenar el escritorio, revisar los pendientes o la agenda, tomar un café deben hacerse antes. Por eso es necesario llegar al menos cinco minutos antes.

La puntualidad va a requerir, en ocasiones, de hacer ciertos sacrificios, pero de eso se trata precisamente la disciplina: hacer eso que no quiero con el fin de lograr un objetivo. Por ejemplo, levantarse más temprano porque se tiene una reunión importante con un cliente. Cancelar o rechazar invitaciones con el objetivo de entregar un trabajo a tiempo. Sin embargo, dicho sacrificio va a resultar en la posibilidad de llegar a tiempo o hacer algo a tiempo, que a su vez puede traducirse en tener un buen negocio, lograr una meta laboral, tener éxito, etcétera y por lo tanto valdrá la pena.

No existe pretexto para la impuntualidad. Si debes entregar un proyecto dentro de un tiempo, evita las distracciones. Si debes llegar a un lugar y te has perdido, llama para pedir indicaciones. Si miras tu reloj y te das cuenta que llegarás tarde, llama para avisar.  Para llamar, no esperes que dé la hora acordada o pase ya de está, calcula tu tiempo para saber si llegaras o no a tiempo. Pide una disculpa y ofrece alternativas: recorrer o cambiar la fecha para la junta, salir más tarde, compensar de otra manera, y en caso necesario asume tu responsabilidad.


Si eres una persona puntual, enhorabuena, sigue así. Si eres de los que no le dan importancia a la puntualidad, te invito a que puedas poner a prueba dicha actitud. Verás como muchas cosas cambiarán para bien.

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